Hipotecar una casa, es una de las decisiones económicas más importantes que toma una persona en su vida, por eso debes darle a la casa la atención que se merece, y utilizar el tiempo que sea necesario para evaluar todas las opciones disponibles. Para que hagas una buena elección, lo ideal es conocer ciertos conceptos y definiciones que te ayudarán a elegir un buen préstamo hipotecario que se adapte a tus necesidades específicas.
Significado de una hipoteca
Lo primero que debes saber, es que una hipoteca se trata de un acuerdo entre una persona y el prestamista, que le otorga a este el derecho de tomar tu propiedad, si no pagas la cantidad prestada; además de los intereses. Las hipotecas se utilizan para comprar una vivienda nueva, o para pedir préstamos de dinero sobre el valor de una casa que ya te pertenece.
En pocas palabras, consiste en un producto bancario que le permite al cliente recibir una determinada cantidad de dinero (que viene siendo el capital de préstamo), por parte de una entidad de crédito (el prestamista), a cambio de la promesa de devolver dicha cantidad, junto con los intereses correspondientes mediante pagos regulares, como una especie de cuota mensual.
El punto clave que lo diferencia con otros tipos de préstamos, es que cuenta con una garantía adicional: la propiedad de la persona. Lo cual juega el papel más importante dentro de la solicitud de hipotecas.
Aspectos a considerar en la hipoteca
Aunque seas una persona que maneja muy bien este tema, siempre es recomendable tener presente ciertos datos, para que los puedas recordar en su totalidad en caso de que algún día necesites solicitar una. Por ello, a continuación te explicaremos los 3 más importantes:
- Encuentra una hipoteca que realmente puedas pagar, a pesar de tus otros gastos
El prestamista, es quien va a determinar la cantidad de dinero que puedes solicitar, siendo ese monto lo máximo que tendrá para prestarte. Si has revisado en internet, existen varias calculadoras que sirven para comparar tus ingresos y deudas, usando un método muy similar al de los prestamistas. Por lo tanto, las personas suelen acudir a estos sitios web, con el fin de obtener un aproximado.
No obstante, es difícil que pidas el máximo préstamo posible sin que tu presupuesto mensual cambie, ya que tendrás que ir pagando cada mes la cifra determinada. Asimismo, recuerda que el prestamista no va a tomar en cuenta todas las condiciones familiares y financieras que tengas.
Por esta razón, asegúrate de saber la cantidad que puedes pagar, revisando con mucha atención los ingresos que tienes, los gastos y las prioridades de ahorro en el hogar, para averiguar qué método se adapta mejor a tu presupuesto y posibilidades.
- Antes de tomar una decisión definitiva, realiza una evaluación profunda de tus gastos adicionales
El valor de cosas como el seguro para propietarios de viviendas, los impuestos sobre la propiedad y el seguro hipotecario privado, a menudo se agregan al pago hipotecario mensual, así que tienes que incluir estos costos, al momento de calcular la cantidad que podrás pagar.
Si tus gastos totales del mes llegan a sobrepasar tus ingresos, estarás en una situación financiera alarmante, así que es vital este segundo. Hay que hacer notar, que puedes obtener estimaciones de asesores fiscales, agentes de seguros y prestamistas locales.
- El embargo siempre es una posibilidad
En el mundo de las hipotecas, todo se basa en las propiedades como garantía de pago. Este es el principal motivo por el cual, si alguien no cumple con las reglas del pago, la casa puede ser embargada; algo que nadie quisiera llegar ni a pensar.
Hasta cierto punto, puede ocurrir en algunos casos que las posibles incautaciones incluyan propiedades personales, no solo del momento sino también futuras adquisiciones, esto por un período de tiempo difícil de saber con exactitud, pero siempre será hasta
Por consiguiente, cada vez que hagas una consolidación de deudas, u otro negocio que involucre casas hipotecadas, tienes que estar en la posibilidad de pagar el reembolso, o podrías perder la casa.
¿A dónde voy para empezar el proceso de hipotecar?
En términos generales, tienes dos opciones para hacerlo. Puedes ir a cualquier banco y solicitar un préstamo para hipotecar tu inmueble, e igualmente existen los intermediarios financieros o los prestamistas privados. En cierto modo, la diferencia radica en que es más difícil que el banco apruebe tu solicitud, pero el interés va a ser más bajo (entre 3% y 4%).
Los prestamistas privados suelen ser empresas que están registradas, y se especializan en brindar ayuda a personas en malas condiciones financieras. Con ellos, es mucho más fácil obtener la aprobación, pero el interés será mayor (alrededor de 10% o más).
Requisitos necesarios para tu solicitud
- Tener al menos el 30% del costo de la vivienda en tus ahorros. Este es el primer requisito para obtener una aprobación exitosa y sin problemas, ya que el banco se va a rehusar a tu hipoteca si no cuentas con el dinero suficiente.
- Necesitas suficientes ingresos activos. Otro dato que tienes que tener en cuenta, es que van a exigir que tengas un buen sueldo, para asegurarse de tu capacidad de pagar mensualmente el monto determinado. En este orden de ideas, algunas personas solicitan la hipoteca en conjunto para poder igualar o superar la cantidad mínima de ingresos que se exige.
- Trabajo estable. El banco va a necesitar que demuestres un trabajo fijo, donde tengas ya un tiempo. Esto, para asegurarse de que no vas a quedar sin trabajo de forma inesperada, haciendo imposible para ti pagar las deudas, y para ellos recuperar el préstamo otorgado. Por añadidura, la idea también es saber que podrás pagar las cuotas mensuales sin poner en riesgo tu economía.
- Documentos disponibles para presentar. Por último, deberás tener toda la documentación que el banco necesite. Entre ellos, destacan: el documento de identificación, vida laboral actualizada, estado de cuenta de los últimos meses, escrituras de las propiedades que tengas, últimos recibos en pagar de préstamos anteriores (si existen), justificante de ingresos, entre otros.