Es recomendable que la persona antes de solicitar un crédito hipotecario conozca acerca del TAE el cual es empleado para hacer comparaciones de distintas ofertas referentes a los productos financieros. Se puede mencionar que desde 1990, el Banco de España les exige a todos los bancos de este territorio que deben hacer público la TAE en cada oferta. ¿Te interesa el tema? Te invito a seguir leyendo que te proporcionaremos más información.
¿Cuál es un buen TAE para una hipoteca?
TAE se traduce a «Tasa Anual Equivalente» el cual viene siendo un tipo de interés que muestra el costo apropiado de un producto financiero. Dicho en otras palabras, es lo que cancelas en total por las comisiones, intereses, y por el plazo de operaciones. La TAE es la cantidad que le cancelas al banco por haberte prestado el dinero, a eso se le suma los gastos y considerando el tiempo determinado para la devolución del dinero.
Entonces ¿Cómo afectaría la TAE? Si solicitas un producto financiero donde apliquen la TAE de una hipoteca el porcentaje que arroje afectará de manera directa a tu capital, ya que es lo que en realidad tienes que pagar de extra. Por eso mientras la TAE sea más baja los gastos adicionales serán menores en cuanto a un préstamo.
Ahora, se debe tener presente que la TAE se cancela anualmente, por lo que te preguntarás porqué existen diferencias relevantes de la TAE si es aplicado a un mismo producto pero en distintas entidades bancarias. Es bien sabido, que para ganar clientes unas hacen propuestas más competitivas que otras, pero se deben tomar en cuenta los plazos de amortización, siendo estos plazos el inconveniente principal cuando se hace la comparación entre dos productos, puesto que es la rentabilidad expresada o bien sea, los intereses correspondientes al año.
Aunque no todos los productos financieros son cancelados al año, por eso es fundamental que tomes en cuenta el tiempo de amortización de los préstamos. En otras palabras, la TAE puede ser comparada entre diversos préstamos pero que tengan el mismo plazo de liquidación.
Diferencias entre el Tipo de Interés Nominal y la Tasa Anual Equivalente
El TIN es el interés acordado con concepción de pago a cambio del dinero que se ha adquirido mediante un préstamo, este refleja el total del porcentaje que se recibirá por la aprobación de dicho préstamo.
Estos intereses serán anexados en cada recibo ya que serán sumados a la cuota del capital que se está liquidando, el TIN se puede cancelar cada día, semana, en trimestre, semestre o cada año. Aunque el más usual es el de cada mes. Este no incluye gastos extras porque no tiene ni comisiones. Es decir, si adquirimos un TIN al 4% semestral por un monto de 2.000 euros tenemos que cancelar al cumplir los seis meses 80 euros.
Ahora bien el TIN y la TAE concuerdan cuando los intereses generados se cancelen al vencimiento del producto, en cambio sí hay más de un pago, las cosas van a cambiar y la TIN será siempre mínima en comparación a la TAE.
En cuanto a la TAE esta va a indicar el total de los préstamos hipotecarios así como el rendimiento de los productos de ahorro por la prolongación de un año, también incluye el TIN, el plazo de liquidación y las comisiones. Estas últimas son los gastos que se generan por el procedimiento del contrato, en cuanto a la liquidación anticipada son las comisiones que se reflejan en el contrato que derivan del pago de la deuda de manera parcial o completamente, cobrándote una comisión.
¿Por qué los productos financieros deben tener TAE y TIN?
Todo producto financiero debe ir en compañía del TAE y del TIN como ya sabemos en que consiste el TAE entonces enfoquémonos en el TIN el cual es el monto que le cancela a la entidad bancaria por haberle prestado el dinero sin agregar los gastos adicionales.
Por lo que el TIN es significativo pero no te mostrará la totalidad del monto que pagarás, por consiguiente, referente a los distintos préstamos que se ofertan, el TIN no puede ser comparado ya que no tiene incluido los gastos de la operación. Para dar un ejemplo claro de un préstamo personal la TAE viene siendo mayor que el TIN.
En consecuencia, debes tener cuidado con los préstamos que el TIN sea al 0% ¿por qué? Vamos a ejemplificar lo siguiente: si un préstamo es al 4.95% TIN y se compara a otro al 0% y que ambos tengan el mismo plazo de amortización. ¿Cuál sería el adecuado? A simple vista se elegiría el segundo sin embargo, esto tiene que depender de la TAE que posea cada préstamo, eso es debido a que en ella se incluye tanto las comisiones como los gastos. Vamos a analizar lo siguientes préstamos:
Préstamo I
- El monto es de 12.000 euros
- Plazo de liquidación: 1 año
- TIN: 0%.
- Seguro de protección de pagos: 1%
- Comisión de apertura: 3%
- TAE: 7,87 %.
El costo total que se adeuda sumando el capital con los intereses es de: 12.540 euros.
Préstamo II
- El valor del crédito: 12.000 euros.
- Plazo de amortización: 1 año
- TIN: 4,95%.
- Sin comisiones, sin seguros.
- TAE: 5,06%.
La totalidad de la deuda anexando los intereses al capital es de: 12.324,18 euros.
Allí tienes la mejor TAE no debe haber más comparaciones ¿quieres saber si un préstamo es el adecuado? Tienes que tomar en cuenta la TAE. Entonces cuál sería el apropiado el préstamo del 3% o al 4% eso sí considerando el plazo fijo. Parece una decisión simple de tomar puesto que haciendo referencia al préstamo, es más beneficioso el que tiene el interés mínimo, y si vamos al plazo de devolución mejor sería el interés más alto.
No obstante, se debe tener cuidado, porque te puede llevar a tomar decisiones no convenientes puesto que hay entidades financieras que incluyen dos índices para expresar los intereses: la Tasa Anual Equivalente y el Tipo de Interés Nominal.
Para finalizar es necesario indicar que la TAE no es tan perfecta como suele parecer, ya que esta suele ajustarse a la realidad, a diferencia del TIN en ciertos productos, tal es el caso de los préstamos hipotecarios, que cuando son muy complejos estos gastos no se incluyen en la TAE pero deben ser asumidos. Como los gastos de impuestos, de notaría, transferencias de fondos, entre otros. Por eso debes prestar atención a las letras pequeñas.