Es muy común que muchos se pregunten como financiar los gastos de la hipoteca, y es que por lo general ellos no pueden ahorrar un equivalente del 20% que le permita hacerles frente a estos gastos. Sin embargo, siguen existiendo opciones a las cuales se puede recurrir en una compraventa.
Uno de los principales inconvenientes a los que se enfrentan las personas al momento de querer solicitar una hipoteca para la compra de una vivienda son los ahorros. En la gran mayoría de las entidades bancarias se les solicita a los solicitantes que cuenten por lo menos con un 20% ahorrado del valor que de la vivienda para la cual desean la hipoteca.
Este 20% es solicitado por los bancos para cerciorarse que el solicitante si podrá hacerle frente al préstamo hipotecario. Ahora bien, existen muchos clientes que poseen un excelente perfil económico pero que no cuentan con estos ahorros. En gran parte de estos casos es por consecuencia de altos alquileres que dificultan que estos puedan ahorrar dinero. La mayoría de estos casos se presentan parejas jóvenes, las cuales comienzan a adquirir buenos ingresos pero que no acumulan muchos ahorros.
Múltiples opciones
Lo ideal sería poseer estos ahorros, aunque aún así existen diferentes opciones con la que podemos conseguir una financiación mayor. La primera y mejor opción es conseguir un prestamos por parte de un familiar o amigo. Las opciones familiares son las mejores al evitar intereses y poder establecer márgenes de devoluciones más flexibles.
En el caso que la financiación de un familiar o amigo tocara recurrir por la tasación de la vivienda, puesto que la mayoría de las entidades bancarias solo financian el 80% del valor tazado de la vivienda. La tasación supera el valor de compraventa de la vivienda, no deberá de existir ningún problema para que el cliente consiga una financiación superior para financiar los gastos de la hipoteca.
Es normal en ciudades grandes como Barcelona o Madrid encontrarse con estos casos donde la tasación es superior al precio de compraventa. Por lo general son viviendas que necesitan una reformación o que están dentro del centro de la ciudad. Esto ocurre a que en estos sectores se han revalorizados, pero el inmueble requiere de reformas por lo que el precio del mismo es aún más económico.
Financiar los gastos de la hipoteca negociando con el banco
Toda entidad bancaria cuenta con una oferta comercial, de la cual es donde podremos comenzar a negociar. Hablando sobre los porcentajes de la financiación existen algunas entidades financieras que poseen mayor flexibilidad. Aquí es importante saber que las vinculaciones y los avales tienen un papel muy importante. Si el solicitante cuenta con el aval de un familiar, le será mucho más fácil poder conseguir el porcentaje para la financiación que este necesita.
En el caso que no se posea ningún tipo de aval, puede recurrirse a aceptar contratos de diversos productos de la entidad financiera como: seguros de vida, seguro de hogar o bien sea un plan de pensiones. Con esto se abre un poco más la posibilidad de que el banco otorgue un poco más de financiación.
Solicitar un préstamo personal
Solicitar un préstamo personal al mismo tiempo que una hipoteca para la compra de una vivienda también es otra opción para financiar los gastos de la hipoteca. Esta es la que menos se recomienda entre todas las opciones, puesto que genera un endeudamiento doble.
Existen los casos donde un cliente requiere una suma entre los 5.000 y 20.000 euros para la hipoteca. Cuando ocurre esto el mismo puede firmar la hipoteca con una entidad, y recurrir a otra el mismo día para solicitar un préstamo personal. Con este movimiento, el banco no contara con ningún tipo de conocimiento de la deuda que tiene su cliente. Ahora bien, si el préstamo personal es solicitado anterior al de la hipoteca, esto acarrearía muchas dificultades para acceder luego a la hipoteca, ya que los bancos colocan dificultades para los clientes endeudados.
Este es un método el cual se recomienda solo para personas que cuentan con una alta capacidad de ahorro, que le permita cancelar la deuda del presumo personal a corto plazo, para solo quedar únicamente con la deuda de la hipoteca.