Qué sucedería si te dijéramos que existe un truco poco conocido para ahorrar en nuestra hipoteca con el certificado energético. Un ahorro que nos viene perfecto, gracias a esto podríamos economizar hasta el 30 % de los recibos de facturación de hipoteca que pagamos habitualmente. Por eso, te invitamos a seguir leyendo para descubrir este pequeño consejo que es 100% legal.
¿Qué debo tener para ahorrar en mi hipoteca?
La clave se encuentra en el estado de nuestro certificado energético. El promulgo Real del 2013 hizo que este documento sea obligatorio para cualquier proceso de un inmueble. Es decir, si queremos rentar o vender una casa o departamento, es trascendental contar con este documento.
¿Qué es un certificado energético y cómo se mide?
El certificado energético es un documento obligatorio que entró en vigencia desde el 2013, a raíz de la promulgación del Real Decreto de España. No obstante, España no es la única que ha implementado este tipo de documento para mejorar las condiciones hipotecarias, sino que gran parte de la Unión Europea también lo solicita.
Se redacta luego de un estudio del funcionamiento de todo el inmueble y existen académicos especializados en la redacción de estos documentos. ¿Debo sacarlo de forma anual? No es necesario, pues tiene una validez de 10 años. A saber, existen hasta siete niveles de consumo eléctrico que pueden variar según cómo regulamos nuestro gasto energético. Es importante saber esto porque será clave para efectuar nuestro tan ansiado ahorro en hipoteca.
Los niveles de certificación se miden con letras que van desde la A hasta la G. Cabe precisar que cada uno de ellos varía de forma ascendente de acuerdo al consumo eléctrico de nuestro inmueble. A continuación, las condiciones de cada certificación.
Grupo de eficiencia energética
- A: Es la categoría ideal, donde el consumo eléctrico no supera el 55%.
- B: El gasto eléctrico de este nivel se encuentra entre los intervalos de 56% hasta 75%.
- C: El menos de los eficientes tiene una media de consumo energético de 76% a 90 %.
Baja eficiencia energética
- D: Desde este nivel ya no se considera eficiente, pues se supera el 90%.
- E: Los intervalos de consumo energético son de 100% hasta 110%.
Mala eficiencia energética
- F: Si nuestro consumo energético supera el 110%, la certificación será considerada como mala eficiencia.
- G: Es el punto más bajo y requiere un cambio de hábitos de consumo. Aquí se encuentran los consumos que superan el 125 %.
¿Cómo uso mi certificado energético para ahorrar en mi hipoteca?
Las entidades bancarias ofrecen una hipoteca verde a quienes mejoren su consumo energético. Es decir, cuanto menor sea tu consumo, los intereses de nuestra facturación podrían disminuir. No obstante, debemos precisar que quienes realmente disfrutan de estos beneficios son aquellos que llegan a los niveles A o B, pues están calificadas como viviendas ecológicas y sostenibles.
¿Qué es una hipoteca verde?
La hipoteca verde es una evaluación de nuestro crédito hipotecario o descuento del mismo de acuerdo a nuestro nivel de certificación energética. Tiene un comportamiento inverso, es decir, cuanto menor sea nuestro consumo, mayor será el descuento que podríamos obtener en nuestras próximas facturaciones de hipoteca.
¿Qué certificación energética es ideal?
Si nuestro inmueble alquilado o adquirido tiene una certificación de niveles eficientes, podríamos ahorrar hasta 3000€. Del mismo modo, cabe precisar que cualquier inmueble podría convertirse en eficiente, pero debe realizar los cambios requeridos para dicho nivel.
¿Cómo se logra ser parte de ese grupo de eficiencia energética?
No es solo ahorrar, sino que debemos implementar tecnologías que hagan que nuestra vivienda tenga suficiente eficiencia energética. ¿Cómo cuáles? Implementar paneles solares, focos ahorradores, artefactos de bajo consumo de energía, etc.
¿Cuáles son los beneficios de ser una vivienda sostenible?
El tener una vivienda sostenible nos puede otorgar los siguientes beneficios que a la larga nos ayudarán a economizar en el pago de nuestras facturas de hipoteca. Otros beneficios son los siguientes:
- Las viviendas sostenibles tienen menores intereses y son más valoradas en el mercado.
- Las facturas de hipoteca se verán disminuidas.
- Los bancos premian a las viviendas sostenibles con mejores acuerdos y plazos de pago.
- Doble ahorro: ahorramos en la factura energética a la vez que en los pagos de hipoteca.
Si ahorramos el consumo energético en el inmueble que queramos rentar o adquirir, podremos ahorrar hasta el 30 % de la factura actual de nuestra hipoteca. El truco se encuentra en convertirnos en una vivienda sostenible que esté dentro de los grupos de eficiencia, es decir, aquellos dentro de A, B y C.
Esto no solo nos beneficiará como compradores, sino también que eleva el valor de nuestros inmobiliarios a fin de tener una mejor rentabilidad a futuro. Cabe precisar que las hipotecas verdes están en pleno auge y cualquiera de nosotros podría aspirar a obtenerlo.