Durante muchos años los préstamos hipotecarios fueron muy populares en el mercado. Muchas personas tomaban estas oportunidades ofrecidas por los centros financieros para hacerse de bienes y acrecentar su patrimonio.
Por tanto, muchos bancos brindaban a sus clientes hipotecas de hasta el 110% del valor del inmueble. Sin embargo, después de la gran crisis económica y el estallido de la burbuja, esto ha cambiado.
Actualmente, la mayoría de las bancas ofrecen solo hipotecas hasta el 80%. En caso de negociar con los prestamistas y contar con ciertos requisitos beneficiosos las personas pueden acordar con el banco una hipoteca al 100%, aún así, obtener este tipo de hipotecas es complejo.
Teniendo presente este panorama, el financiamiento de hipotecas al 100% más gastos es difícilmente posible. Esto se debe a las características de este tipo de préstamos y las consecuencias que puede generar al banco el incumplimiento de su pago.
Las hipotecas al 100% más gastos
Cuando un banco accede a subsidiar este tipo de hipotecas, ofrece al acreditador una gran suma de dinero. Las hipotecas al 100% más gastos permiten el financiamiento de todo el valor del inmueble más el costo de los distintos documentos de formalización de la compra.
Los aranceles notariales, los impuestos, registros institucionales, la gestoría, entre otros, forman parte de estos gastos extras derivados de la compraventa. Por tanto, el préstamo hipotecario puede alcanzar entre el 110% y el 115% del financiamiento, siendo más que el valor total de tasación de los bienes a adquirir.
Hipoteca al 100% ≠ Hipoteca al 100% más gastos
Si bien ambas son rentas financieras, existe una pequeña diferencia entre ellas. Las hipotecas al 100% son préstamos que financian solo el valor de compraventa de los bienes o patrimonio que la persona desea adquirir.
Mientras que la hipoteca al 100% más gastos, como se explico en el apartado anterior, se refiere no solo al préstamo del valor total, sino que también se le suma más dinero por los gastos derivados de la compra. Es decir, su principal diferencia es el límite de créditos.
Ambos tipos de hipotecas suelen ser difíciles de negociar con los bancos, son accesibles solo en caso particulares. Sin embargo, es mucho más factible acordar una hipoteca al 100% dejando por fuera los gastos acarreados por la compra.
Esto es así, porque la suma total de ellos puede llegar a representar entre el 10% y 20% del valor del piso. Lo que sería lo mismo que solicitar una hipoteca al 120%, un valor alto de financiamiento para la banca. Además, si bien sus requisitos y cláusulas son muy similares, las condiciones de las hipotecas al 100% más gastos son mayores.
Condiciones de una hipoteca al 100% más gastos
Las cuotas de pago más altas son la condición principal para la obtención de este préstamo hipotecario. Dado que el banco también cubre los gastos de escrituración, las mensualidades de pago por parte del acreditado son mayores.
Solo es posible que se reste su valor si se alarga el plazo de amortiguación, sin embargo, esta es la segunda condición que se toma en cuenta al otorgar o no hipotecas al 100% más costos.
Ofrecer un plazo más largo significaría prolongar el pago de las cuotas y por tanto la persona terminaría pagando más en intereses. Lo que traería como consecuencia el impago de la mensualidad o que resulte mayor los gastos por intereses que el precio en sí del bien adquirido.
Las condiciones de estos préstamos hipotecarios vienen emanadas por la institución bancaria con quien la persona negocie.
A pesar de que fueron muy populares durante la década de los 2000, considerada como la época de oro para el financiamiento de hipotecas, actualmente carecen de la simpatía y la consideración de los bancos.
Esto es una realidad porque los bancos no están dispuestos al impago de las cuotas más altas, ni a otorgar plazos de pagos que sean realmente muy largos.
¿Cómo conseguir una hipoteca al 100% más gastos?
Los requisitos para adquirir este préstamo hipotecario son prácticamente iguales que los que se necesitan para conseguir una hipoteca al 100 %. Principalmente la persona debe contar con un excelente perfil económico, estando solvente con las entidades bancarias y ser un empleado asalariado.
Otros perfiles que interesan mucho a los bancos son el de los funcionarios y el de los jóvenes con proyección. El primero de ellos les otorga a los prestamistas la seguridad de ingresos para los pagos de las cuotas.
Mientras que el perfil de los jóvenes le garantiza beneficios si estos tienen proyección, son responsables y no tienen ahorros a su haber.
Otros requisitos que el banco toma en cuenta son que la persona posea una doble garantía o que este interesado en pisos de banco.
El disponer de otra propiedad o inmueble como aval para el cumplimiento del financiamiento aumenta la probabilidad de obtener una hipoteca del 100% más costos, puesto que esta pasaría a ser una garantía adicional en el contrato.
Por su parte, hay bancos que ofrecen estos préstamos hipotecarios a las personas interesadas en pisos de banco. Muchas instituciones financieras tienen a su haber viviendas o inmuebles de las cuales quieren deshacerse. Si una persona ve esta oportunidad como factible es muy posible que el banco financie el 100% y más de la compraventa de inmuebles de su cartera.
Otras maneras de pagar los gastos de la formalización
Si el banco se niega a financiar los gastos derivados de la compraventa, existen otras formas que la persona puede considerar para obtener su inmueble.
Principalmente ayudaría mucho contar con la asesoría de un gestor hipotecario, quién es un profesional en el área y puede lograr con sus habilidades ciertos financiamientos extras. Indudablemente, la persona debe pagarle a este profesional por sus servicios.
Otras maneras de hacerlo son con ayuda familiar o con un préstamo personal. Podemos pedir la colaboración de familiares o amigos para costear los aranceles notariales y registros una vez garantizada la hipoteca al 100% por el banco.
De manera similar se puede intentar conseguir un crédito bancario para financiar estos gastos. Sin embargo, pocos bancos están dispuestos a subsidiar dinero para esta finalidad y que la persona puede endeudarse aún más incurriendo en el impago.
Por esto es necesario conocer el limite de nuestro presupuesto económico y estar al tanto de lo difícil que es conseguir hoy en día una hipoteca al 100% más gastos.