Durante el año 2021 el mercado hipotecario se encontró con su mejor ejercicio en los últimos 10 años, por lo que no es de extrañar que la fiebre por comprar una vivienda haya terminado traduciéndose en el incremento de la concesión de nuevas hipotecas. Esto ha hecho que la guerra hipotecaria librada por las entidades se encuentre en uno de sus puntos más altos. Pero esto nos lleva a preguntarnos
¿Qué cambios se esperan en las nuevas hipotecas?
Los expertos creen que este escenario tan positivo para los clientes podría empezar a llegar a su fin, ya que las condiciones del mercado han empezado a cambiar y a vaticinar un encarecimiento en los préstamos hipotecarios durante el año 2022.
Podemos decir que el primer síntoma de este cambio lo podemos ver en el Euríbor. Podemos ver que el índice que es utilizado como referencia por la mayoría de las hipotecas variables en España ha seguido debajo del 0% desde el año 2016, teniendo su récord negativo más alto durante el mes de enero de 2021, mes en el que alcanzó un -0,505%, lo que hacía que se mantuvieran condiciones bastante competitivas para todos los compradores.
Sin embargo, durante el mes de enero de 2022 la tendencia ha cambiado, ya que hemos visto cómo ha ido aumentando gradualmente hasta llegar a posicionarse en un -0,477%. Todo parece apuntar a que no se tratará de un aumento ocasional, ya que los expertos del mercado hipotecario creen que el Euríbor seguirá al alza durante el 2022.
Se cree que este incremento en las hipotecas del tipo variable terminará marcando una tendencia para las hipotecas de tipo fijo, de forma que el panorama que nos encontramos durante el año 2021 pueda llegar a su final. Sin embargo, debemos de tener en cuenta que los analistas han empezado a advertir un encarecimiento de recorrido acortado. Es decir, el Euríbor no tendrá un valor positivo dentro de poco tiempo, por lo que realmente no se deberían de ver grandes cambios en las hipotecas en este año.
Por ahora, el BCE y Lagarde ha emplazado a los mercados durante la reunión de marzo, aunque hace algunas semanas se reconoció la preocupación por un aumento en los precios.
La inflación es, precisamente, uno de los factores que terminarán condicionando el cambio que sufra el mercado hipotecario durante este año. Se cree que el alza de los precios terminará reduciendo la capacidad adquisitiva que tienen las familias, de las cuales algunas terminarán teniendo problemas para poder afrontar los gastos que implica una hipoteca.
Este hecho, que se suma al crecimiento que ha experimentado el Euríbor, puede terminar haciendo que los bancos empiecen a ser más estrictos con el perfil de usuario al que le conceden un préstamo hipotecario. Con el temor de que haya un incremento en la morosidad.
Esto también ha terminado siendo reflejado en la última encuesta sobre los préstamos bancarios, según la información del BCE, la cual fue publicada hace unas semanas, en el que se contempla que las entidades de la Eurozona terminen experimentando un “endurecimiento moderado” en los criterios que tienen en cuenta al momento de dar hipotecas a las familias para la adquisición de una vivienda.
Es necesario tener en cuenta que el encarecimiento de las cuotas ya es un hecho. De forma práctica, las personas que hicieron su revisión anual en enero verán como su pago mensual de la hipoteca aumenta de forma mensual.
En una hipoteca variable de 150.000€ a 30 años con un Euríbor +0,99%, en el pasado mes de enero se tenían que pagar 534,81€ mensuales, pero ahora se tienen que pagar 536,54€ mensuales. De esta forma podemos notar un incremento de 20,76€ anuales.